Consejos para no necesitar orientador/a laboral en el futuro. Número 2

Como orientador laboral resulta a veces un tanto desalentador atender a personas que, cuando acaban de finalizar sus estudios y comienzan a buscar empleo, se dan cuenta de la cantidad de oportunidades que han dejado escapar sin remedio. En estos casos solo queda mirar hacia adelante, aprender y no cometer los mismos errores en el futuro.

Sin embargo, en mi afán por evitar que eso mismo suceda con aquellos que aún están a tiempo, comencé la semana pasada una serie de artículos, dirigidos a estudiantes universitarios y de formación profesional, de cara a aconsejarles (si se me permite tal expresión) sobre los pasos a seguir para no necesitar de nuestros servicios en un futuro.

El primer consejo era muy simple y complejo a la vez: Aprovecha al máximo tus estudios.

Como no podía ser menos, el segundo también se rige por los mismos parámetros de simplicidad y complejidad: Trata de adquirir la mayor experiencia tanto académica como profesional accediendo a todos los programas de becas y prácticas que estén a tu alcance.

Antes de desgranar algunos recursos que pueden serte de utilidad te comento algunos motivos por los que esas experiencias pueden venirte bien:

1. La experiencia profesional suele ser un requisito importante en buena parte de las ofertas de empleo que se publican, algo que los recién titulados valoran como una de las principales barreras a las que se enfrentan cuando comienzan a buscar empleo. A través de las prácticas y becas puede conseguirse la tan deseada experiencia. 
2. Incrementarán tu red de contactos en ámbitos en los que normalmente te resultaría difícil hacerlo: empresas de tu sector, profesores de la universidad, servicios públicos, etc. Contactos que podrían resultarte de mucha utilidad más adelante.
3. Suponen un valor añadido a tu currículum ya que se pueden inferir una serie de cualidades altamente valoradas en la selección de personal como capacidad de trabajo, iniciativa, responsabilidad o proactividad. Mejor demostrarlo que decir que las tienes solamente.
4. Si la experiencia es internacional, mucho mejor. A todo lo anterior añades el conocimiento de idiomas. Si hay algún hecho diferencial que incremente las opciones de encontrar empleo en este momento (dependiendo del sector, claro) es éste.
5. Te ayudarán a desarrollar habilidades sociales, de relación, comunicativas, toma de decisiones, gestión de conflictos, etc. Cualidades que las empresas valoran en mucha más medida de lo que crees.
6. En algunos casos, pueden suponer una contratación posterior en la empresa en la que se desarrollan. Algo que también ocurre más veces de lo que piensas
7. Por último, cualquier excusa que puedas ofrecerme para no hacerlo como: no tengo tiempo, lo primero son mis estudios, mi familia está en contra, me da miedo, no voy a ser capaz u otras, aún refuerza más la necesidad que puedas tener de intentarlo. Como siempre digo, puedes con ello y con mucho más, no tengas la mínima duda al respecto.

Bien, ahora podrías decirme que, vale, tengo claro que es importante pero, ¿por dónde empiezo? ¿qué puedo hacer? ¿Cómo informarme de las diferentes opciones?

Responder a estas cuestiones supone la segunda parte del artículo.

Como siempre, el primer paso es tener claro cuáles son tus objetivos en cada momento. Si bien hacer prácticas es importante, eso no significa que cualquier experiencia sea igualmente válida. Aunque parezca complicado en la época actual en la que todos los recursos parece que se reducen, debes seleccionar bien lo que te interesa hacer en cada momento e insertarlos dentro de una estrategia global dirigida a desarrollar tu carrera profesional en la dirección que deseas.

Desde luego, para poder hacer ésto, debes conocer bien los diferentes programas que existen y los requisitos que se establecen. Algunos aspectos a tener en cuenta:

1. La edad. En el caso de las becas el límite suele estar en los 30 años pero no siempre es así. Asegúrate bien antes de asumir que no puedes optar a una convocatoria concreta.
2. El porcentaje de créditos superado. Normalmente el mínimo es el 50% pero puede haber excepciones. Gestiona tus oportunidades en función de este requisito fundamental.
3. Las fechas de solicitud. A veces no existe una fecha concreta de solicitud y el programa permanece abierto todo el curso. Sin embargo, en otras ocasiones los plazos son muy cortos. Además, en ocasiones, el proceso comienza muchos meses antes de comenzar la práctica o beca. Es imprescindible estar muy atento en todo momento.
4. Controlar cualquier requisito extra que podamos no cumplir en un momento dado de cara a solventarlo lo antes posible.
5. Averiguar las posibles incompatibilidades que puedan cerrarnos puertas en un futuro.
6. Por último y, en general, no descartar ninguna opción a priori sin leer con detenimiento la convocatoria. Cuanto menos supongas, sobre todo si es en negativo, mejor.

A continuación voy a enumerar algunas de las opciones de prácticas y becas que tienes como alumno. Permitidme que utilice como ejemplo la Universidad de Almería. Al fin y al cabo es lo que mejor conozco. Además, si en una universidad pequeña y modesta como la nuestra existen estas oportunidades, ¿qué no podrás encontrar en otras más grandes y con más recursos?

Al grano:

• Becas de apoyo a programas orientados al estudiante. Ideales para tener una primera experiencia que reflejar en el currículum y para conocer más profundamente como funciona la universidad.
• Becas de prácticas en empresa (convenios propios y PRAEM). Experiencia real en empresas. Tienen una buena tasa de inserción laboral. Necesario tener el 50% de los créditos superados.
• Becas de formación propias. Otra opción para adquirir experiencia laboral. Además, te pueden ayudar a conocer como funciona la universidad y establecer contactos muy útiles en el futuro.
• Erasmus +. El programa de movilidad por excelencia. Una buena oportunidad para expandir nuestros horizontes y tener una experiencia internacional.
• Prácticas en empresa Erasmus +. Tienen un objetivo muy ambicioso: Contribuir a que las personas se adapten a las exigencias del mercado laboral a escala comunitaria. No suena mal, ¿verdad?.
• Movilidad nacional SICUE. Intercambio entre universidades españolas. Si te da reparo ir a otros países, este programa puede ayudarte a superarlo.
• Otros programas de movilidad internacional. Si Europa no es suficiente existen otras alternativas muy interesantes. Ya sabes, no cierres ninguna puerta antes de tiempo.
• Becas de colaboración en departamentos. Un buen comienzo si te interesa hacer carrera como investigador en la universidad. Para estudiantes de último curso.

Más programas dirigidos a estudiantes de formación profesional y universidad:

• Becas Faro. Prácticas internacionales para estudiantes universitarios.
• Programa Universem. Dirigido a tituladas y estudiantes universitarias. Incluye formación y prácticas en empresa.
• Programas de movilidad para estudiantes y titulados de formación profesional. No todo es universidad.
• Becas para la participación en un programa de inmersión lingüística en inglés en España. Para estudiantes de bachillerato, fp, ... .
• Otros programas para aprender idiomas. Perfiles muy variados.
• Otros ejemplos: aquí, aquí y aquí.

Existen multitud de programas e iniciativas que pueden interesarte. Lo más importante es que vayas revisando la información y decidas con posterioridad en función de tus intereses.

En cualquier caso, no es lo mismo finalizar tu carrera sin más (como fue mi caso) que poder añadir a tus estudios un bagaje que incluya estancias en diversas universidades tanto nacionales como internacionales y el desarrollo de prácticas en empresas relacionadas con tu ámbito de conocimiento. Me temo que no es lo mismo.

Desde luego, ni yo ni nadie puede asegurarte al 100% que encuentres trabajo si sigues este consejo, pero las probabilidades de hacerlo son sin duda mayores. Creo que en eso estaremos de acuerdo.

La próxima semana continuamos.

Sobre mi.