El comercio electrónico constituye uno de los servicios de la sociedad de la información que ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos años y representa una de las actividades con mayor potencial de futuro para la economía digital. En España, su facturación alcanzó los 24.185 millones de euros en 2016 y superó los 6.700 millones de euros en el primer trimestre de 2017, casi un 25% más que el año anterior, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). De hecho, el porcentaje de usuarios que hacen pedidos de bienes y servicios online es del 50%, cuatro puntos por encima de la media de la UE,según Eurostat.
Por número de transacciones, el 44% de las compraventas
realizadas se registran en webs españolas según la CNMC. El 93% de las compras
que se realizan desde España hacia el exterior se dirigen a la UE.
Estas cifras ilustran la dimensión que ha adquirido el
comercio electrónico en pocos años y la previsión de crecimiento futuro.
Pero, junto a esta perspectiva económica, las instituciones
públicas debemos velar por los derechos de los consumidores y usuarios que
acceden a estos servicios a fin de poder ofrecerles la mayor protección posible
antes, durante y después de la compra o contratación online.
A lo largo de cada una de estas fases, el consumidor y
usuario de estos servicios puede encontrarse con un complejo y variado número
de situaciones que requieran la actuación de aquellas instituciones públicas
que proyectan sus competencias sobre esta actividad, cada una en sus
respectivos ámbitos.
Esta Guía recoge de manera integral los derechos que asisten
a los usuarios en los procesos de compra o contratación online, y ofrece
consejos y recomendaciones desde diversos enfoques: la privacidad (Agencia Española
de Protección de Datos), la seguridad (INCIBE), el consumo (AECOSAN) y la
persecución de las prácticas delictivas o fraudulentas (Policía Nacional). La
Guía está acompañada de siete fichas en las que se recogen de manera más
concisa las principales cuestiones que debe tener en cuenta un usuario.
Además, promover prácticas que favorezcan el respeto a la
protección de los datos personales, los derechos como consumidores, la
seguridad de las redes y dispositivos con los que se realizan las transacciones
comerciales y la persecución de las conductas fraudulentas son presupuestos
indispensables para fomentar un clima de confianza y posibilitar la innovación
y el crecimiento sostenible.
Esta Guía resultará de utilidad no sólo a los ciudadanos,
como consumidores y usuarios de los servicios de comercio electrónico, sino
también a las empresas que desarrollan su actividad en este ámbito. Para estas,
la promoción de estas prácticas puede implicar una ventaja competitiva que debe
potenciarse, ya que un ciudadano bien informado es clave para el crecimiento de
cualquier negocio, y especialmente de aquellos que tienen lugar en el entorno
digital, donde la confianza es la base del desarrollo de los nuevos negocios.
Puedes descargarte la guía desde nuestra sección de manuales
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